En un contexto en el que la seguridad se ha convertido en una preocupación constante, los consumidores se enfrentan cada día a mensajes que apelan a su necesidad de protección: robos, ocupaciones, intrusiones o accidentes domésticos. Sin embargo, la realidad es que, más allá de las campañas publicitarias, la oferta en el canal ferretero no siempre responde a esta demanda creciente.
La legislación actual deja a menudo al ciudadano desprotegido, y ante la falta de soluciones institucionales, la responsabilidad recae en la prevención individual. Alarmas, cerraduras inteligentes o cámaras de vigilancia son ya parte habitual de los hogares, pero la distribución y el asesoramiento especializado siguen siendo limitados en muchos puntos de venta.
En el sector ferretero, la seguridad del hogar —especialmente la orientada a personas mayores— representa un nicho de mercado poco explotado. La población envejece, y cada vez hay más personas que viven solas y requieren productos que les ayuden a sentirse seguras, tanto frente a amenazas externas como a los riesgos del propio hogar. Sin embargo, en muchas tiendas estos artículos son escasos, o no existe la formación necesaria para recomendarlos de forma efectiva.
Los datos son claros: en 2024 se registraron más de 900.000 accidentes domésticos al año, y la frecuencia siniestral alcanzó 40,1 siniestros por cada 100 pólizas de hogar. Pese a ello, el mercado aún no ha reaccionado.
Desde In Out Market Consulting, creemos que la seguridad integral debe entenderse como un servicio 360º, que abarque tanto la protección externa como la interna del hogar. Las ferreterías y suministros industriales tienen una oportunidad real para liderar esta transformación, ofreciendo productos adaptados, formando a su personal y anticipándose a las necesidades de un consumidor cada vez más consciente.
El futuro del canal pasa por convertirse en proveedor de seguridad integral, dentro y fuera del hogar. No se trata solo de vender productos, sino de ofrecer soluciones y confianza. Porque si no nos protegemos desde dentro, ¿de qué sirve hacerlo desde fuera?
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